Una única dieta sirve para todas las personas
Todos somos diferentes, nuestro cuerpo funciona de forma diferente y además tenemos gustos y estilos de vida diversos. Por esa misma razón es prácticamente imposible que una dieta sea eficaz para todas las personas.
Para perder peso es necesario beber mucha agua
La sensación de hambre y sed puede confundirse y, además, con relativa frecuencia, las personas cubren sus necesidades de agua a expensas de bebidas con contenido calórico (refrescos, zumos, leche, etc.) o alimentos más ricos en aguas (frutas, etc.). No obstante, en una dieta equilibrada no debe aconsejarse beber GRANDES cantidades de agua. Un buen parámetro que nos ayuda a valorar nuestro estado de hidratación es la diuresis: si la orina es escasa y de color intenso muy probablemente estamos deshidratados; si, por el contrario, es abundante y con poco color probablemente estaremos bien hidratados.
Dietas hipocalóricas
Aunque la mayoría de las dietas tienen estas restricciones calóricas importantes, lo cierto es que cuando consumes menos calorías al día de lo que tu cuerpo necesita, es muy probable que engordes. Esto se debe a que tu cuerpo piensa que está en estado de emergencia, por lo que se dedica a almacenar grasa y enlentece el metabolismo.
La báscula siempre dice la verdad
Las pérdidas de peso no siempre son de grasa y las ganancias de peso tampoco. Es habitual que una persona gane o pierda peso a expensas de agua o masa muscular, por lo tanto el simple dato del peso corporal no nos sirve para evaluar el éxito de una dieta en el tratamiento del sobrepeso o de la obesidad.
En el tratamiento del sobrepeso y la obesidad el objetivo de la dieta es perder peso
El objetivo real de la dieta es perder grasa corporal, ya que es el compartimento que se encuentra en una cantidad excesiva y genera las enfermedades asociadas al sobrepeso y la obesidad (diabetes, hipertensión arterial, cáncer, etc.).